La generación actual de jóvenes comprometida con el machismo y el cambio climático.

¿Es nuestra generación, tal como se suele decir, pasota y despreocupada por la realidad?

La respuesta es no, y lo demuestra un estudio llevado a cabo por Unicef.

La generación actual de jóvenes, lejos de lo que los adultos de mediados del siglo XX puedan pensar, está más que concienciada de la gravedad de algunas problemáticas actuales. Al 89,1% les preocupa la desigualdad y la violencia de género, un 88,5% y 85,4% dice estar preocupado por las diversas desigualdades sociales actuales. Así como un porcentaje similar lo está por el cambio climático, más allá de sus actuales repercusiones, debido a los efectos a largo plazo que seguramente sufrirá de lleno cada uno de esos jóvenes que muestran su inquietud hoy, y que posiblemente lamentará la falta de concienciación y actuación a día de hoy. 

Diferentes chicas entrevistadas muestran su descontento con las causas de la violencia machista además de la inseguridad que sienten cuando se disponen al volver a casa y la necesidad de tener de ir acompañadas por algún amigo. Una situación bochornosa en pleno siglo XXI y que debería ser cosa del pasado, aunque por desgracia es algo que parece no desaparecer en la sociedad de hoy.

Por otro lado, las preocupaciones acerca de la educación recibida o la posibilidad de no tener empleo en un futuro rondan el 24%. 

A pesar de todo esto, la mayoría de los encuestados afirma que tiene una calidad de vida buena (7/10) y muchos apuntan que se sienten afortunados de tener una familia que apoya y cuida de ellos. En casos de familias más empobrecidas o de origen extranjero esa calificación baja. Es preciso apuntar que estas notas son puramente subjetivas, pues según el punto de vista la calidad de vida española podría ser calificada como excelente por aquellos jóvenes que no pueden ni siquiera permitirse una educación. 

En cuanto al descontento general, el 53,8% considera que la situación política espoñola es mala. El descontento por la corrupción y la falta de interés de los políticos por la juventud (solo se interesan por aquellos que pueden votar apunta un participante) muestra que estos se sienten distanciados del mundo de la política. 

En resumen, muchas de las preocupaciones de los adultos están vigentes en la juventud de hoy en día. 

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